¿Qué es una Unidad del dolor? ¿Qué hacen? ¿Cuándo acudir a ella?
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ToggleTratar el dolor cuanto antes puede convertirse en una carrera contra reloj, pues si se deja, el dolor puede convertirse en una enfermedad difícil de curar. Para tratar y prevenir la aparición del dolor crónico se crearon las unidades del dolor. En este artículo te diremos cuando es aconsejable que visites a estos especialistas.
El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo nos hace daño. Ocurre cuando hay una lesión, y es un mecanismo fisiológico necesario para la supervivencia. En cambio, el dolor crónico es diferente, deja de tener esta utilidad y puede aparecer incluso sin causa aparente, o cuando la causa inicial ha pasado.
El sistema nervioso es plástico (puede modificarse). Si tenemos dolor durante mucho tiempo, se va produciendo un fenómeno denominado sensibilización central, en el que se produce una alteración de la corteza somatosensorial. Esto favorece que el dolor se perpetúe, aunque desaparezca la causa que lo originó. El paciente cada vez tiene más dolor y de más intensidad sin explicación aparente. En este momento el dolor ya no se considera un síntoma, si no en una enfermedad en sí mismo.
El dolor no es medible y eso hace que a veces, los familiares o los médicos, no crean al paciente, o estén convencidos de que no tiene absolutamente nada. Cerca del 50 % de los pacientes con dolor crónico, refieren que en su entorno nadie cree lo que tienen, porque el dolor es intangible.
No podemos separar el dolor de su componente subjetivo, y por lo tanto para mí como médico, dolor es todo aquello que el paciente me cuenta que le duele. En la práctica habitual menos del 10% de los casos se deben a simulación.
Repercusiones del dolor crónico en la sociedad
Hablamos de dolor crónico cuando el dolor se prolonga más de 3 meses y es de una intensidad tal, que produce limitaciones en la vida de quien lo padece.
En España, el 17 % de la población adulta sufre dolor crónico, según la Sociedad Española del dolor1. Los datos hablan por sí solos, casi la mitad de las visitas al médico están directamente relacionadas con el dolor, lo que supone un coste sanitario de más de 15 mil millones de euros al año.
Con respecto a la actividad profesional, el dolor baja el rendimiento y es la primera causa de absentismo laboral. El dolor crónico se tasa en un costo del 2,5 % del producto interior bruto, que en total son 16 mil millones de euros en España al año.
Este trastorno limita las actividades básicas de la vida diaria del 45 % de las personas que lo sufren. Además, en gran parte de los casos, este dolor lleva asociadas otras enfermedades como depresión, ansiedad o trastornos del sueño.
Los especialistas en el tratamiento del dolor
Para el tratamiento de los pacientes con dolor crónico se crearon las unidades del dolor. La primera unidad del dolor nace en E.E. U.U de la mano de John Bonica en 1960.
En España el tratamiento del dolor se contempla como una subespecialidad dentro de Anestesiología, aunque la cooperación entre diferentes especialistas es fundamental para atender correctamente a los pacientes con dolor.
En la unidad del dolor contamos con tratamientos específicos para controlar el dolor severo. Cuando el dolor no se controla con la medicación o el paciente no la tolera contamos con las técnicas intervencionistas.
Con estas técnicas podemos tratar la causa que origina el dolor, o si no se sabe cuál es la causa o no es corregible, al menos podemos suprimir o paliar el dolor. Estas técnicas han avanzado mucho en los últimos años y lo van a hacer todavía más.
Si quieres conocer más a fondo las de aplicaciones de estas técnicas para el tratamiento del dolor lumbar, te aconsejo que leas alguno de los artículos de este blog.
¿Cómo puedo acceder a una unidad del dolor en España?
En España la inmensa mayoría de los pacientes que acuden a una unidad del dolor lo hacen derivados de otra especialidad (traumatólogos y neurocirujanos, sobre todo).
Se está intentando que los pacientes puedan acceder a la unidad del dolor desde Atención Primaria (médico de cabecera), pero no siempre es posible.
En la sanidad pública española, pese ser de las mejores de Europa, la alta demanda existente hace que haya que esperar mucho tiempo para acceder a esta unidad.
Si hay que esperar a que el paciente sea derivado por otro especialista o la lista de espera es de varios meses, el riesgo de que el dolor que tiene el paciente en ese momento se convierta en crónico es mucho mayor.
En España al menos el 30 % de los pacientes con dolor crónico afirman que no están bien tratados.
En la sanidad privada, no suele haber tanta lista de espera y no suele haber impedimento en que el paciente acceda a la unidad del dolor directamente, sin esperar a ser derivado por un especialista, siempre que tenga motivo para hacerlo.
¿Cuándo es recomendable acudir a una unidad del dolor?
Seria recomendable que seas evaluado en la unidad del dolor:
- Si sufres dolor desde hace más de 3 meses, te limita en tu día a día y no toleras la medicación que te han mandado o no te hace efecto.
- Si tienes una crisis de dolor intenso y quieres iniciar la rehabilitación cuanto antes para que el dolor no te afecte negativamente.
- Si después de muchas pruebas diagnósticas y distintos tratamientos, no te han sabido decir cual es el origen del dolor, ni han sabido tratarlo.
- Si después de ver a un especialista, te dijo que no eres candidato a cirugía para corregir la causa de tu dolor o tu prefieres contemplar otras opciones antes de la operación.
- Si tienes secuelas de una cirugía o un accidente que te produce dolor, y no es corregible con cirugía.
En la unidad del dolor atendemos a una gran variedad de pacientes y patologías. El elemento fundamental que los une es el dolor. La causa más frecuente de consulta es el dolor por artrosis. La artrosis puede afectar a la columna, tanto a la zona lumbar como a la zona cervical, o a las articulaciones de rodilla, cadera y hombro.
Otra patología muy frecuente es el dolor neuropático, las neuralgias, el síndrome miofascial y la fibromialgia.
Las unidades del dolor pueden apoyar al tratamiento de los pacientes oncológicos. También atendemos a muchos pacientes que sufren dolor y la cirugía no les acaba de funcionar o que después de una cirugía tienen como secuela el dolor crónico.
Conclusiones
El dolor crónico es hoy en día más que nunca, una enfermedad muy prevalente dentro de la sociedad. Este problema produce consecuencias nefastas, sobre todo por el malestar y por el daño que ocasiona al individuo, pero también por el perjuicio económico que produce a la sociedad.
Tenemos que combatir y prevenir que aparezca el dolor por una razón, porque el dolor cuanto más tiempo lo dejemos pasar, más cronifica y podemos llegar a una etapa en que el dolor es mucho más difícil de curar.
En la unidad del dolor apoyamos a otros especialistas en el tratamiento de los pacientes con dolor. Contamos con medicamentos y nuevas técnicas que pueden tratar la causa, disminuir la intensidad del dolor y en algunos casos eliminarlo sin cirugía, evitando así que progrese.
En la unidad del dolor creemos en los pacientes con dolor y los tratamos como lo que son: pacientes que sufren una enfermedad. A estos pacientes los animamos a que no se resignen, porque para recuperar el control lo que hay que hacer es combatir el dolor.
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