Técnicas avanzadas de tratamiento de hernia discal: cuando las infiltraciones no son suficientes.
Las infiltraciones epidurales con corticoides resultan ser un método eficiente y seguro para aliviar rápidamente el dolor ciático. Estas terapias son especialmente útiles en episodios de dolor agudo o reagudizado, favoreciendo una pronta readaptación y previniendo la cronificación del dolor de espalda.
Sin embargo, cuando se trata de dolor persistente (que se prolonga por más de 3 meses) o cuando las infiltraciones no logran controlar adecuadamente el malestar, se requieren enfoques terapéuticos más avanzados. Esto se debe a que la efectividad del corticoide es temporal y no es recomendable administrarlo de manera continua.
¿Qué técnicas son estas?
Existen técnicas como la radiofrecuencia del ganglio de la raíz dorsal (GRD) que resulta particularmente beneficioso para aquellos pacientes que enfrentan una ciática crónica, es decir, aquella que persiste por más de 3 meses. Al controlar eficazmente el dolor, este procedimiento disminuye la necesidad de medicación. En numerosas ocasiones, el paciente con dolor crónico puede reducir o incluso eliminar la ingesta de antiinflamatorios, evitando así las consecuencias adversas asociadas al consumo prolongado o en altas dosis de este medicamento.
No obstante, si el origen del malestar radica en una hernia discal, una protrusión o una fisura, hay tratamientos aún más precisos y eficientes disponibles. En este artículo, profundizaremos en las terapias específicas para lesiones discales, ya sea por protrusión, artrosis, fisura o hernia, con el objetivo de abordar directamente la causa del dolor y prevenir la necesidad de una intervención quirúrgica.
Cuando están indicadas las técnicas discales
Estas técnicas están indicadas cuando existe una sospecha clara (identificada por RMN) de que la causa del dolor lumbar o radicular es una protrusión, una fisura, una inflamación del disco o una hernia discal.
El tiempo de recuperación que se necesita para que estas lesiones discales curen de forma espontanea puede ser muy prolongado (años). Estas técnicas buscan actuar en la lesión discal, y de esta forma, corregir la causa del dolor de forma rápida y mínimamente invasiva.
No son técnicas validas en todos los casos pero si se cumplen ciertos criterios, tienen buenos resultados, consiguen controlar el dolor y reducir el volumen del la lesión, evitando así la necesidad de someterse a una intervención quirúrgica de espalda.
Discólisis con ozono
Se denomina discólisis o nucleolisis con ozono es una técnica percutanea que aplica ozono dentro del disco herniado para controlar el dolor, y reducir la inflamación y el tamaño de la lesión discal.
Hay varios mecanismos de acción que explican la gran eficacia del ozono en el tratamiento de la hernia discal. Cuando el ozono se aplica de forma directa dentro del disco, disminuye el tamaño de la hernia. Lo que se produce es una descomposición de las partes acuosas del núcleo pulposo. Esto reduce la presión intradiscal y peri-radicular, y por lo tanto el dolor producido por la hernia.
Es un procedimiento ambulatorio percutáneo guiado por rayos X, en el que introducimos el ozono en el disco protruido o herniado. Los efectos adversos de esta técnica son muy bajos o nulos.
La efectividad de esta técnica está avalada por los resultados recogidos en estudios de metaanálisis con gran número de ensayos clínicos. En estos estudios el 70% – 80% de los pacientes respondieron a la discolisis con ozono. El efecto duró varios años (en el 80% de los pacientes el efecto dura al menos 2 años y en el 70% el efecto dura de 5 a 10 años).
Varios autores corroboran esta tasa de éxitos en su práctica. Nuestra experiencia hasta la fecha con la discolisis concuerda con los buenos resultados observados en los estudios publicados, aunque no disponemos de seguimiento a tan largo plazo de estos pacientes.
La posibilidad de complicaciones con la discolisis con ozono es menor del 0.1% y en su mayoría son leves (dolor transitorio).
Existen muy pocas contraindicaciones para el empleo de ozonoterapia, como serían los trastornos graves de la coagulación, o haber sufrido un infarto recientemente. Otra contraindicación excepcional es el de déficit genético de la encima G6PD, el fabismo.
Descompresión discal percutánea con láser (PLDD)
La Descompresión Discal Percutánea con Láser (PLDD) representa una de las técnicas más innovadoras y mínimamente invasivas en el campo de la medicina del dolor. Desarrollada como una alternativa a la cirugía convencional, esta técnica utiliza la precisión del láser para tratar hernias de disco sin requerir incisiones grandes o una recuperación prolongada. El procedimiento se lleva a cabo bajo guía radiológica, donde se introduce una aguja fina dentro del disco afectado y, a través de esta, se canaliza la energía láser para vaporizar una pequeña porción del núcleo pulposo del disco.
La base de la PLDD radica en su capacidad para disminuir la presión interna del disco herniado. Al vaporizar una parte del núcleo pulposo, se reduce su tamaño y, por ende, la presión que ejerce sobre las estructuras nerviosas adyacentes. Este alivio de presión resulta en una notable disminución del dolor y otros síntomas asociados a la compresión radicular, como la ciática. Dado que el procedimiento es percutáneo, los riesgos asociados a infecciones, hemorragias o lesiones de estructuras cercanas son mínimos, y la recuperación es significativamente más rápida en comparación con las técnicas quirúrgicas tradicionales.
A pesar de que la PLDD no es la solución para todos los pacientes con hernias de disco, ha demostrado ser una excelente opción para aquellos que no han respondido a tratamientos convencionales o que buscan una alternativa menos invasiva a la cirugía. Su tasa de éxito, que oscila entre el 60% y el 80%, junto con su perfil de seguridad, la convierten en una herramienta valiosa en el arsenal terapéutico para el manejo del dolor de origen discal.
Tratamientos regeneradores del disco intervertebral
A pesar de que anteriormente los tratamientos con plasma rico en plaquetas (PRP) se centraban principalmente en abordar la artrosis de articulaciones periféricas, las recientes innovaciones técnicas y la sinergia con el ozono han ampliado su aplicación a la columna vertebral. Además, en las fases tempranas de la enfermedad discal degenerativa, se están introduciendo tratamientos que favorecen la regeneración del disco intervertebral. Así, es posible abordar condiciones como la condropatía, que provoca deshidratación discal, optimizando la función de los discos intervertebrales. El plasma rico en plaquetas y sus derivados también es muy util para tratar el edema óseo y los cambios Modic en los platillos vertebrales.
Por último, es esencial mencionar que, aunque hemos descrito estos tratamientos de manera individual, todos de ellos pueden ser combinados, aplicandolos juntos para mejorar su eficacia. Por ejemplo, la combinación de la radiofrecuencia pulsada del GRD con tratamientos de ozono ha demostrado resultados sobresalientes. Asimismo, la discólisis con ozono potencia los resultados y seguridad de procedimientos como la radiofrecuencia intradiscal o el tratamiento láser para hernias discales. Por ultimo, los tratamientos con PRP pueden ayudar a que el disco tratado con láser no pierda espesor, y a regenerar el anillo del disco.
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