Hernia discal lumbar
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ToggleLas vértebras de nuestra columna están unidas entre ellas por una especie de almohadilla que conocemos como disco intervertebral, el cual a su vez está conformado por un núcleo pulposo rodeado por un anillo fibroso. Cuando ocurre la rotura o desplazamiento del disco intervertebral se presenta una hernia discal.
La hernia discal es una condición en la que el núcleo pulposo de un disco intervertebral se desplaza hacia afuera, a través de una fisura o debilidad en el anillo fibroso que lo rodea. Dependiendo del grado de protrusión del material del disco, se pueden distinguir dos tipos principales de hernias discales: la hernia discal extruida y la hernia discal no extruida, también conocida como prolapso discal.
Cuales son los tipos de Hernias Discales de espalda más comunes
La hernia discal extruida es la forma clásica de hernia discal, en la que el material del disco se desplaza hacia afuera del anillo fibroso y forma una protuberancia definida. En este caso, el anillo fibroso está roto o desgarrado, lo que permite que el núcleo pulposo se extienda hacia fuera y comprima los nervios cercanos. Una extrusión puede estar contenida o no contenida. En la hernia discal contenida el disco se encuentra frenado por el ligamento vertebral comun posterior. La hernia discal no contenida es cuando además de la ruptura del anillo fibroso, también se rompe el ligamento vertebral común posterior y sucede que fragmentos del núcleo pulposo entran en el canal ocasionando una mayor compresión de la raíz.
Por otro lado, en el prolapso discal (hernia discal no extruida), el material del disco se desplaza hacia afuera pero el anillo fibroso todavía está intacto. En esta situación, el núcleo pulposo se extiende más allá de los límites del disco intervertebral. Aunque no es tan común como la hernia discal extruida, el prolapso discal también puede causar dolor y otros síntomas si el material del disco comprime los nervios cercanos.
Por qué se produce una hernia del núcleo pulposo
La hernia del núcleo pulposo puede tener diferentes causas, aunque en general está relacionada con la degeneración natural del disco intervertebral que ocurre con el envejecimiento. Con el tiempo, el disco pierde su capacidad de retener agua y se vuelve más seco y menos flexible, lo que lo hace más propenso a sufrir lesiones y a deformarse. Esto puede ocurrir por sobrecarga o por traumatismos, pero también por movimientos repetitivos que generan desgaste en el disco.
Además del envejecimiento, hay otros factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir una hernia del núcleo pulposo, como el sobrepeso, la falta de actividad física, la mala postura, la debilidad muscular y la genética. También existen algunas enfermedades que pueden debilitar los discos intervertebrales y aumentar el riesgo de hernia, como la osteoporosis, la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante.
La hernia del núcleo pulposo se produce cuando se rompe el anillo fibroso que rodea al disco intervertebral, y esto causa que el núcleo pulposo conformado por una sustancia gelatinosa se desplace fuera del disco, ocasionando síntomas de compresión y de inflamación debido al contacto de las raíces nerviosas con estas sustancias.
Signos y síntomas de una hernia discal lumbar
Ciática
La ciática es uno de los síntomas más comunes de la hernia discal, por lo que el paciente con hernia, tiende a presentar un dolor tipo calambre muchas veces con sensación de ardor, el cual se origina en la parte baja de la espalda y se irradia por toda la extensión de la pierna.
Síntomas graves de una hernia discal
Entre los síntomas graves que se presentan por la hernia discal, se encuentran los síntomas neurológicos a modo de señal de alarma, como es la pérdida del control de los esfínteres y la extrema debilidad en los miembros o pérdida de función motora producida por una posible compresión radicular severa.
Diagnóstico de la hernia discal
Existen varias pruebas complementarias que pueden ayudarnos a confirmar el diagnóstico de una hernia discal, y de esta forma saber la causa del dolor.
RMN en hernia discal
La resonancia magnética es una de las pruebas de imágenes más certeras para diagnosticar una hernia discal. Es primordial relacionar los síntomas que se presentan con las imágenes de la resonancia para un diagnóstico más preciso.
Radiografía
Con las radiografías simples, aunque no se logran detectar las hernias de disco, se pueden descartar la presencia de otras patologías de espalda como por ejemplo un tumor o problemas de alineación de la columna y por descarte se puede confirmar la sospecha de la posible hernia.
Tomografía computarizada
Por medio de un escáner de tomografía computarizada se puede determinar con las imágenes, la situación de la columna vertebral y sus estructuras alrededor, con lo que puede ayudar a diagnosticar una hernia.
Mielografía
Consiste en la inyección de una sustancia de contraste antes de la tomografía, para evaluar la médula espinal y las raíces de los nervios, con lo que se puede detectar anomalías causadas por hernias.
Las hernias discales lumbar más frecuentes
– Hernia discal L4-L5
La mayoría de las hernias discales se presentan en el espacio L4-L5, esta hernia suele causar dolor en la zona lumbar irradiado hasta la pierna y pérdida de fuerza para la flexión dorsal del pie y del dedo gordo, debido a la compresión de la raíz L5.
– Hernia discal L5-S1
La hernia discal en el segmento L5- S1 es también muy común. Por lo general se presenta con dolor en la cara posterior del gemelo hasta el tobillo. También puede aparecer dificultad para caminar y pérdida de fuerza en los dedos del pie, lo que dificulta ponerse de puntillas.
Etapas Hernia Discal
Las hernias de disco son una condición en la cual el material blando dentro de un disco intervertebral se desplaza fuera de su posición normal, pudiendo presionar sobre los nervios espinales y causar dolor. Las etapas de una hernia de disco, según su gravedad, se pueden describir de la siguiente manera:
- Protrusión del disco: en esta etapa, el núcleo del disco comienza a desplazarse hacia la parte externa del anillo fibroso que lo rodea, sin llegar a romperlo. Puede haber presión en los nervios cercanos, pero por lo general no hay síntomas importantes.
- Hernia discal contenida: en esta etapa, el material blando del núcleo del disco ha salido del anillo fibroso y está presionando sobre los nervios espinales cercanos. Pueden aparecer síntomas como dolor de espalda, debilidad o adormecimiento en la zona afectada.
- Hernia discal completa: en esta etapa, el material del núcleo del disco se ha desplazado completamente fuera del anillo fibroso, presionando fuertemente sobre los nervios cercanos. Los síntomas pueden ser muy intensos y pueden requerir tratamiento médico inmediato.
Es importante destacar que las etapas de una hernia de disco no son siempre lineales y progresivas, sino que pueden variar de persona a persona. Además, no todas las hernias de disco causan síntomas notables, por lo que es importante acudir a un profesional de la salud en caso de cualquier molestia o dolor en la espalda o cuello.
Ejercicios recomendados y consejos para una mejor recuperación
Los hábitos y estilos de vida son parte fundamental para prevenir y evitar que progrese la hernia discal. Incorporar hábitos saludables y ejercicios adecuados a la rutina diaria ayuda de manera considerable a mejorar el diagnóstico.
En mi ebook Espalda sana te hablo de los ejercicios más beneficiosos para la espalda así como de la manera en que los hábitos saludables contribuyen a prevenir y mejorar el padecimiento de hernia discal.
Ejercicios prohibidos
La práctica deportiva es beneficiosa para el cuerpo y para la mente, sin embargo debemos tomar precauciones con la ejecución de algunos ejercicios considerados prohibidos para la espalda, porque pueden llegar a ser perjudiciales y ocasionar la aparición de una hernia discal o empeorarla.
Entre los ejercicios prohibidos para la espalda te puedo mencionar las flexiones laterales con mancuernas o los abdominales con rotación, entre otros. Estos ejercicios pueden llegar a perjudicar enormemente nuestra espalda y complicar la condición.
Tratamiento de la hernia discal
Para la hernia discal se recomienda seguir un tratamiento conservador durante 2-3 semanas.
Cuando el dolor persiste a pesar de la medicación oral y la fisioterapia, en la Unidad del Dolor podemos utilizar otras técnicas.
En nuestro blog hemos hablado de varios de estos tratamientos mínimamente invasivos que son efectivos para controlar el dolor y tratar la hernia discal sin cirugía:
Las infiltraciones o bloqueos epidurales son una técnica de tratamiento utilizada comúnmente para aliviar el dolor de ciática. En estos procedimientos, se inyecta una combinación de anestésicos locales, ozono y/o corticoides directamente en el espacio epidural alrededor del nervio ciático. El objetivo es reducir la inflamación y la irritación en el nervio, lo que puede ayudar a aliviar el dolor de forma rápida y eficaz.
Una de las ventajas de las infiltraciones o bloqueos epidurales es que pueden controlar el dolor de ciática de manera mucho más efectiva que los tratamientos orales. Esto se debe a que el medicamento se inyecta directamente en la fuente del dolor, lo que permite una mayor concentración de medicamento en el área afectada. Además, los efectos secundarios de las infiltraciones o bloqueos epidurales suelen ser mínimos en comparación con los tratamientos orales, ya que el medicamento se administra en una dosis controlada y localizada. En general, las infiltraciones o bloqueos epidurales pueden ser una opción de tratamiento efectiva para aquellos que buscan alivio del dolor de ciática.
Ozonoterapia
¿Cuáles son los beneficios de la ozonoterapia?
La radiofrecuencia pulsada del ganglio de la raíz dorsal es un procedimiento mínimamente invasivo que puede proporcionar alivio del dolor radicular crónico. Este tipo de dolor se produce cuando hay daño o irritación en las raíces nerviosas que salen de la columna vertebral, lo que puede causar dolor en áreas específicas del cuerpo.
Durante el procedimiento de radiofrecuencia pulsada del ganglio de la raíz dorsal, se inserta una aguja cerca del ganglio de la raíz dorsal, que es un grupo de células nerviosas en la columna vertebral. Luego se aplica una corriente eléctrica de alta frecuencia en el área, lo que crea un campo eléctrico que modula la actividad nerviosa y reduce la transmisión del dolor.
El resultado de este procedimiento puede ser un alivio significativo del dolor radicular crónico en el área afectada. Además, la radiofrecuencia pulsada del ganglio de la raíz dorsal es un procedimiento seguro y efectivo que puede proporcionar un alivio duradero del dolor.
Radiofrecuencia
¿Qué aplicaciones y beneficios tiene la radiofrecuencia?
Las técnicas intradiscales son una opción de tratamiento para la hernia discal que pueden ofrecer una recuperación más rápida y menos invasiva que la cirugía. Entre las técnicas intradiscales más utilizadas se encuentran la discolisis con ozono y el láser. La discolisis con ozono consiste en inyectar una mezcla de ozono y oxígeno directamente en el disco herniado, lo que ayuda a descomprimir el disco y reducir la inflamación. Por otro lado, la descompresión láser vaporiza el núcleo del disco herniado para reducir su tamaño.
Estas técnicas intradiscales pueden ser una buena opción para aquellos pacientes que no desean someterse a una cirugía invasiva o que no son candidatos para ella. Además, estas técnicas tienen una tasa de complicaciones mucho menor que la cirugía, lo que significa que los pacientes pueden recuperarse más rápido y con menos dolor. Aunque estas técnicas pueden no ser efectivas en todos los casos de hernia discal, pueden ofrecer una alternativa viable y efectiva para aquellos que buscan una opción de tratamiento menos agresiva.
Tratamiento hernia discal con láser
¿En qué consiste la descompresión percutánea de la hernia discal con láser?
Como último recurso está la cirugía. En la operación de hernia discal por lo general el cirujano busca extirpar la parte del disco que sobresale, así como también puede pasar en algunos casos, que tenga que extirpar todo el disco y recurrir al injerto de hueso para fusionar las vértebras, en este proceso se colocar piezas metálicas en la columna.
La cirugía de hernia discal puede ser indicada en caso de que otros tratamientos mencionados no logren mejorar el diagnóstico, y continúen presentándose síntomas como:
- Dolor mal controlado que impide pararse de pie o caminar.
- Entumecimiento o debilidad manifiesta de la pierna.
- Pérdida del control de la vejiga o del colon.
Pese a lo aparatoso de los síntomas que produce, solo el 2% de las hernias discales necesitan cirugía.
Preguntas frecuentes
Los síntomas de una hernia discal pueden variar dependiendo de la ubicación y el tamaño de la hernia. Algunos síntomas comunes incluyen dolor en la zona afectada, debilidad muscular, hormigueo o entumecimiento en las extremidades y dificultad para moverse o cambiar de posición. También puede haber una sensación de pinchazo o ardor en la columna o en la extremidad.
Si tienes una hernia discal, debes evitar levantar objetos pesados y hacer movimientos bruscos que puedan empeorar la condición. También debes evitar estar sentado o de pie por largos períodos de tiempo, ya que esto puede aumentar la presión en la zona afectada. Solicitar una prueba de imagen permite diagnosticar y hacer el seguimiento de la lesión.
El grado de gravedad de una hernia discal puede variar dependiendo de la ubicación y el tamaño de la hernia, así como de la presencia de otros factores de riesgo como la edad y la actividad física. En general, una hernia discal puede ser una condición dolorosa y debilitante que afecta la calidad de vida de la persona. Si no se trata adecuadamente, puede empeorar con el tiempo y potencialmente causar daño permanente a los nervios. Existen tratamientos no quirúrgicos que permiten evitar esto, como la discolisis con ozono.
Los relajantes musculares y los analgésicos pueden ser útiles para aliviar el dolor y la tensión muscular asociados con una hernia discal. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos medicamentos no tratan la causa subyacente de la hernia y solo proporcionan alivio temporal de los síntomas. También pueden tener efectos secundarios y no deben ser usados sin supervisión médica adecuada. Los tratamientos discales como la descompresión láser percutánea permite tratar la causa de la hernia de forma rápida y así acortar la necesidad de medicación y evitar la necesidad de cirugía.
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