Prevención y manejo del dolor crónico
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ToggleTodos en algún momento hemos sufrido de dolor alguna vez. El dolor es la respuesta de nuestro cerebro a un estímulo que considera nocivo para nosotros.
Esta señal desagradable y molesta a la que llamamos dolor, se puede manifestar de múltiples formas y, cuando el dolor se vuelve crónico, tiene implicaciones importantes para la salud, como veremos en este artículo.
El dolor es el principal síntoma que aparece cuando ocurre un problema en alguna zona específica, el cual puede deberse a una inflamación o enfermedad.
Esta percepción sensorial se presenta de manera diferente en cada individuo, la cual es determinada por la interpretación que emite el cerebro de cada persona según su experiencia individual de vida, que a su vez diseña la manera de percibir el dolor.
Cuando se logra reconocer la naturaleza del dolor que se siente se puede determinar acertadamente la manera de aliviarlo.
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Tipos de dolor
Se pueden distinguir dos tipos de dolor de acuerdo a su duración: el dolor agudo y el dolor crónico.
El dolor agudo se manifiesta de manera repentina y temporal, puede ser por alguna inflamación, lesión, quemadura o enfermedad que por lo general puede tratarse al ser diagnosticado, y desaparecer por completo, aunque muchas veces este dolor agudo puede convertirse en crónico.
Por otra parte, el dolor crónico es aquel que se manifiesta de manera constante y por tiempo prolongado, con muy poco alivio y desencadenando problemas graves.
El dolor agudo puede presentarse de manera temporal, y en muchos casos puede aliviarse en unos días, con analgésicos.
Lamentablemente el dolor también puede manifestarse de manera persistente, muy molesto y con poco alivio, es decir de manera crónica, para lo cual se requiere supervisión médica inmediata y tratamiento.
Gracias a los avances de la medicina hoy en día existen más opciones de tratamientos, que pueden contribuir a la disminución del dolor crónico considerablemente, y en algunos casos lograr el alivio completo.
Aunque existen dolores que no se pueden curar de forma definitiva, se pueden mejorar parcialmente, permitiendo de esta manera que el paciente pueda retomar su rutina personal y recuperar su estado emocional, el cual muchas veces se ve afectado por estas dolencias.
¿Cuándo estar atentos ante el dolor?
El dolor es una advertencia que nos avisa que en nuestro cuerpo algo no anda bien, algunas veces puede suceder que nuestro sistema falle y emita una falsa alarma, es decir que aparezca una señal de dolor sin existir ninguna lesión o enfermedad. Sin embargo, por lo general el dolor es la alarma que se dispara para señalar alguna enfermedad o lesión en los tejidos.
Cuando aparece un dolor agudo, con mucha intensidad, que no se calma con analgésicos y del cual no se conoce el motivo, es aconsejable acudir a la revisión médica lo antes posible. Estos dolores agudos son todavía más preocupantes cuando tardan en desaparecer, en estos casos lo indicado es tratarlos inmediatamente para evitar que se conviertan en un dolor crónico.
Tener un correcto tratamiento en casos de dolor agudo ayuda a prevenir la aparición del dolor crónico, mucho más duradero y difícil de tratar.
El dolor crónico.
El dolor crónico afecta notablemente el desenvolvimiento diario de una persona, ya que no solo se trata de sentir la molestia, sino que también es la permanencia del dolor a lo largo del tiempo, lo que influye negativamente en su vida y muchas veces puede ocasionar que el paciente caiga en profundos estados depresivos por no poder llevar una vida normal.
Este tipo de dolor amerita una atención especial y detallada, tal cual como una enfermedad. Por lo general el dolor crónico es causado por una lesión o enfermedad determinada y al tratar la enfermedad el dolor debería desaparecer, sin embargo, puede pasar que no suceda así, y que, aunque la enfermedad diagnosticada sea debidamente tratada, el dolor crónico se mantenga. También puede suceder que no se pueda curar la lesión causante del malestar, pero si se pueda controlar el dolor.
Afortunadamente gracias a los avances de la medicina, hoy se puede contar con alternativas para esos casos en los cuales el dolor crónico. Estas alternativas permiten controlar el dolor y que el paciente pueda recuperar su calidad de vida.
Consejos y ayuda para el dolor crónico.
Cuando el dolor crónico no presenta mejoría lo principal es acudir a su médico, quien le podrá hacer un cambio de tratamiento, si el dolor persiste por más de cuatro semanas, el médico podrá remitir a un especialista de la unidad de tratamiento del dolor. Donde el paciente cuenta con la atención y apoyo de profesionales de las distintas áreas de las medicinas, dispuestos a ofrecer la ayuda necesaria a cada paciente.
Las unidades de tratamiento del dolor, fueron creadas para atender a los pacientes que sufren de dolor crónico. Estas unidades cuentan con médicos especialistas que tienen los conocimientos adecuados para tratar los diferentes tipos de dolor, en especial el dolor crónico.
Sufrir de dolor crónico es un padecimiento que muchas veces puede llegar a afectar de manera negativa la vida cotidiana del paciente, tomando en cuenta que las dolencias de este tipo llegan a desestabilizar psicológicamente a quienes lo padecen. Esto sucede por el mismo hecho de no poder llevar una vida normal, ya que este tipo de dolor hace que el paciente se sienta imposibilitado y vulnerable ante la persistencia del dolor.
¿Cómo se puede tratar el dolor crónico?.
Cada persona tiene una manera diferente de sentir el dolor, por lo que sufrir de dolor crónico se convierte en una experiencia individual para cada persona, por esta razón los diversos tratamientos que existen no funcionan igual en todas las personas.
Lo positivo es que la ciencia siempre continúa en la búsqueda de las mejores soluciones para tratar el dolor y en la actualidad hay numerosas opciones de tratamientos efectivos que pueden ayudar a controlar este padecimiento.
Tratamiento con fármacos (medicación).
El especialista receta la medicación pertinente de acuerdo al tipo de dolor. Cada dolor requiere una medicación distinta, por ejemplo, una torcedura de tobillo será tratada con un medicamento diferente al que se recetará en un caso de lesión nerviosa.
El tratamiento con medicación, será administrado según las pautas del especialista, considerando el caso en particular y observando la efectividad del fármaco, así como los posibles efectos secundarios.
Tratamiento con rehabilitación y fisioterapia.
La ejecución de ejercicios y movimientos controlados ayuda notablemente a manejar el dolor, ya que los ejercicios guiados y bien ejecutados ayudan a recuperar la elasticidad y fortaleza de las articulaciones y músculos.
La fisioterapia va a conseguir tres cosas importantes, la primera aliviar el dolor, la segunda mejorar la musculatura, y la tercera ayuda a conseguir un mayor bienestar físico.
Estos beneficios se consiguen debido a los tratamientos, y las manipulaciones que consiguen mejorar la flexibilidad, mejoran la movilidad, y además tienen otros muchos efectos beneficiosos en el organismo.
Técnicas de la Unidad del Dolor.
Cuando las medidas convencionales de fisioterapia y medicación no dan resultado completo, existen otros métodos que contribuyen a controlar el dolor.
Hablamos de las diferentes técnicas radio-guiadas o ecoguiadas que actúan en la diana del dolor para controlarlo a través de medicación o radiofrecuencia. En los últimos años también han aparecido otras opciones de tratamiento que no usan medicamentos, como el ozono o las terapias biológicas, que pueden ayudar a prevenir y tratar el dolor.
Otras terapias
El apoyo psicológico es de gran ayuda para que el paciente aprenda a sobrellevar el dolor crónico y evitar que le afecte en su vida normal. Entre los métodos más utilizados por los psicólogos está la relajación y el bio feedback, con los cuales el psicólogo puede ayudar al paciente a tolerar el dolor.
Entre todos los métodos mencionados también se encuentran las terapias complementarias, que ayudan a aliviar considerablemente el dolor crónico y entre las cuales se puede considerar la conocida técnica milenaria china llamada acupuntura, así como también el tratamiento de las articulaciones a través de quiroprácticos y osteópatas.
Recomendaciones.
Es importante que no permita que el dolor crónico le afecte mentalmente, aunque en muchas ocasiones resulte muy difícil sobrellevarlo, debe mantener la esperanza de encontrar una solución. Afortunadamente la ciencia y la medicina avanzan cada día en la búsqueda de soluciones para ofrecer mayores oportunidades al paciente.
Considere hacer actividades físicas diariamente, siempre contando con un calzado adecuado y cuidando mantener una postura correcta. Mantenga su círculo social, apóyese en amigos y familiares que le permitan mantener su mente relajada.
Entre la diversidad de métodos, puede encontrar alguno que le ayude a tolerar este padecimiento y que pueda retomar su vida normal. Consulte con los especialistas su caso, quien podrá orientarlo para que juntos ubiquen el método que más le favorezca. Si al probar un método el dolor persiste y no presenta mejoría, siempre podrá considerar otra opción, hasta que consiga la técnica que le permita retomar su vida.
La comunicación con tu médico siempre será primordial. Es recomendable establecer un lazo de confianza con su especialista, quien en todo momento le ayudará a conseguir el mejor tratamiento. El manejo del dolor crónico es un proceso de atención y constancia, que puede llevar tiempo hasta encontrar el tratamiento más efectivo según el caso en concreto. Lo importante es no rendirse hasta encontrarlo.
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