Consejos psicológicos para la lumbalgia
El dolor de espalda además de afectar al paciente físicamente también lo agobia emocionalmente, y es una gran causa de estrés. El paciente que sufre de dolor crónico puede llegar a sentirse muy frustrado por no poder llevar su vida cotidiana de manera normal. La preocupación que sufre el paciente suele influir también en sus seres queridos que le rodean.
Hoy en día hay diversas opciones para aliviar y controlar el dolor físico, sin embargo, en muchas ocasiones es conveniente respaldar con apoyo psicológico el tratamiento que se haya determinado. Los psicólogos y psiquiatras ofrecen esta ayuda emocional para sobrellevar el dolor crónico y adaptarse a la vida cotidiana satisfactoriamente a pesar de esa condición.
Cuando se sufre de dolor de espalda es normal que nos invada la preocupación por sentir que tenemos un problema físico que podría ser grave. Sin embargo es importante que aprendamos a lidiar con esa preocupación y enfocarnos en buscar la solución a nuestro problema, es decir en lugar de preocuparnos de la situación debemos ocuparnos de dar el primer paso para solucionarla. Para eso cuentas con la ayuda de las Unidades del Dolor.
La preocupación agrava el dolor
La preocupación puede lidiarse de varias maneras, hay quienes buscan escapar de la preocupación, por medio de nocivas adicciones a sustancias como el alcohol que minimizan el dolor momentáneamente, para luego caer en estados de desesperación y frustración.
Por otra parte están quienes buscan olvidar la preocupación y el dolor dedicándose a entretenimientos banales como la tv o las redes sociales, que solo los distrae para olvidar por ratos, mientras el problema y la preocupación continúan creciendo.
En la búsqueda de combatir toda la frustración y preocupación que pueda generar un dolor físico prolongado, es importante recurrir a la ayuda psicológica necesaria para retomar la calma y tranquilidad mental, lo que a su vez ayudará a retomar paulatinamente el ritmo y cotidianidad de la vida.
- En primer lugar es importante hacerse consciente del dolor y enfrentar la preocupación que nos causa ese dolor. La preocupación surge cuando sentimos que algo en nuestra vida cambia o no va bien y en ese momento se activan los pensamientos negativos.
- Ayuda mucho crear un plan de acción para solucionar el problema que causa la preocupación. Quizás no será sencillo pero lo ideal es enfocarse en pensar de manera positiva en las alternativas médicas que existen.
Busca ayuda e infórmate
- Afronta el problema que te causa preocupación y busca información y la ayuda médica necesaria, pero sin obsesionarte. El dolor crónico puede controlarse, no tiene por qué ser peligroso si acudes a un especialista en tratarlo
- Cuenta con tus seres queridos para buscar soluciones a los problemas causados por el dolor. Expresa a los que te rodean cómo te sientes para que te entiendan y te apoyen, pero no lo estés mencionando constantemente. Activa tu imaginación de manera positiva para desarrollar las diversas soluciones.
- Lidiar tu solo con el dolor a diario, puede resultar difícil, haga contacto con otras personas que tengan su mismo padecimiento, con quienes pueda identificarse y apoyarse en los altibajos que te causa el dolor.
Tener rutinas te ayudará a concentrarte en otra cosa
- Comer bien y dormir las horas necesarias para reponer energías ayuda a combatir el estrés causado por el dolor. Combatir el estrés emocional de forma saludable ayuda a sobrellevar el dolor crónico.
- Poco a poco enfócate en retomar tus actividades cotidianas laborales, de ocio, sociales, esto ayudará a eliminar la preocupación. Procura andar y mantenerte en movimiento, esto ayuda a que poco a poco el dolor disminuya.
- Aprende técnicas de relajación, las cuales pueden ayudarte a reducir la tensión y la ansiedad causada por el dolor, de igual manera mediante la relajación se minimiza la percepción del dolor.
No te abandones emocionalmente
- Aprende a reducir los pensamientos y emociones negativas como la frustración, la ira, la tristeza o la ansiedad. Esto se logra realizando actividades que te den energía , como por ejemplo conectar con amigos y parientes, realizar ejercicios, la lectura, o realizar un trabajo artesanal creativo.
- Centra tu atención en el pensamiento positivo, en las mejoras diarias, en recordarte constantemente que vale la pena el esfuerzo que estás haciendo por sobrellevar el dolor para retomar la productividad y plenitud de tu vida.
- Mantente siempre atento y enfocado en el aquí y el ahora de esta manera evitas caer en actitudes malhumoradas, de ira o frustración. Aleja el dolor de la mente con actividades agradables o la meditación. Considera realizar algún pasatiempo o afición que te conecte con amistades o seres queridos y a la vez te haga sentir bien.
- A pesar de estos consejos siempre es necesario contar con la ayuda de un profesional de la salud mental. Los psicólogos tienen amplios conocimientos y experiencia en los mecanismos del dolor y están en la capacidad de ofrecer técnicas eficaces para el manejo del dolor crónico.
El bienestar mental y emocional queda muy mermado en los pacientes con dolor crónico, por lo que las técnicas y métodos aplicados por psicólogos son ideales para aprender a manejar el dolor y cambiar la percepción del mismo.
Si en tu caso el dolor te está afectando a tu día a día y te produce estrés, para vencer la preocupación deberías enfocarte en dar el primer paso hacia la solución. Para eso cuentas con la ayuda de las Unidades del Dolor.
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